domingo, 29 de noviembre de 2015

Una bomba llamada Rock and Roll

"La música rock la hacen unos deficientes que cantan letras maliciosas, lascivas, digámoslo claro: una guarrada. Es la música marcial de todos los delincuentes que hay sobre la faz de la tierra. Es la forma de expresión mas brutal, nauseabunda, desesperada y viciosa que he tenido la desgracia de escuchar"

                                                                                   Frank Sinatra

"Awamba baluba balam bam bú"

                                                                                    Little Richard



Existe una fórmula matemática muy sencilla que explica a grandes rasgos de donde sale lo que conocemos como rock and roll:

COUTRY AND WESTERN + RITHM AND BLUES= ROCK AND ROLL

A comienzos de los años 50, se dieron una serie de condiciones que propiciaron éste nuevo fenómeno:
Por un lado, el declive de las big bands debido a los alistamientos al ejercito y al hecho de que se dieron cuenta que 4 músicos cobraban mucho menos que 16. Por otro, la BMI (Broadcast Music Incorporated) había ganado la guerra al otro núcleo de profesionales de la radio ,la ASCAP, apostando por la premisa de que la música americana era la que hacían los miles de cantantes de folk, los jazzman, los cantantes de country, los artistas negros de blues etc... (Mas adelante hablaremos de ésta guerra de compañías).
Pero si una circunstancia fue crucial para éste alumbramiento fue el interés de los blancos por la música del sur de estados unidos. Un conjunto de cabezas pensantes se dieron cuenta de lo atractivo que era para una nueva generación de jóvenes rebeldes, si un alegre y descarado cantante blanco, tomaba la pasional música negra, y le daba el toque de gracia.

Un héroe en la sombra: Alan Freed


Lo que necesita una corriente para convertirse en movimiento es difusión, y el rock and roll la encontró en la figura del DJ Alan Freed.

Freed consiguió darse cuenta de las nuevas vibraciones, y comenzó a centrar sus reproducciones en Rithm and Blues y música negra en general. No le resultó fácil, pero debido a la aceptación por parte del publico, consiguió convencer a los dueños e la emisora para que le dejaran crear un programa dedicado a ésta música. A la hora de buscar un nombre, cogió la palabra rock de innumerables canciones y le gustó como pegaba con la palabra roll, que servía para definir la vida misma en el argot de la calle, así que llamó a su programa: Moon Dog's Rock and Roll Party, de esa manera, sin darse cuenta, estaba nombrando no solo a su programa, si no que también le estaba dando nombre al fenómeno musical más grande de todos los tiempos.

 Rock and roll is here to stay

Al principio, como cualquier movimiento, genera miedo en las mentes conservadoras, y los núcleos religiosos y asociaciones de padres preocupados por que las bragas de sus hijas siguieran en el sitio correcto, la mayoría de la población adulta, consideraba al rock and roll como una moda macabra y desvergonzada, que tenía una fecha de caducidad más bien próxima, pero, lejos de eso, poco a poco, se fue expandiendo desde los estados sureños que le sirvieron de cuna (Louisiana, Tennessie, Texas...), hacia Los Ángeles, Nueva York etc...
Hasta ese momento, existían dos listas de éxitos: la de los blancos, y las de rithm and blues. El rock and roll, al principio inclasificable, sirvió para que artistas blancos como Jerry Lee Lewis, Eddie Cochran o Gene Vincent, entraran en las listas de música negra, y genios del rithm and blues como Fats Domino o Chuck Berry fueran éxitos nacionales.
Así, el rock and roll se fué afianzando hasta que a principios de 1956 apareció un joven con la voz de un negro y el cuerpo de un blanco, un joven de Misissipi que cantaba como los ángeles y bailaba como un demonio, su nombre era Elvis Presley.
Con la aparición de Elvis y de la mano de un buen puñado de artistas como los ya citados y otros muchos que están por citar, no cabía duda de que el rock and roll era una apisonadora que las cabezas conservadoras no podían detener.
El rock and roll fue una evolución inevitable de la manera de pensar de los jóvenes americanos, un movimiento que, junto con el cine, con ídolos como James Dean o Marlon Brando, sirvió como forma de expresión rebelde para unos, y de manantial inagotable de dinero para otros.




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